domingo, 30 de agosto de 2009

El aire acondicionado… ¿Malo para la salud?

El aire acondicionado… ¿Malo para la salud?
Los cambios bruscos de temperatura son perjudiciales para la salud, más aún cuando se trata de ambientes artificiales como el que genera el aire acondicionado. Sobre estos aparatos todavía existe cierto escepticismo por parte de muchas personas que cuestionan sus efectos en el cuerpo humano, sin embargo, muchas teorías apuntan que no se trata del artefacto en sí, sino del uso que se le da y la manera cómo se utiliza.

La temperatura idónea para la mayor parte de los usuarios está entre 22º y 25º centígrados. A este respecto, el Ministerio de Industria ha preferido colocar como tope los 24º centígrados al momento de minimizar las temperaturas en las oficinas, pues considera que medidas como ésta minimizan el consumo de electricidad y no perjudican la salud de los usuarios.

Entre los problemas más habituales de la climatización están las molestias musculares, causadas por el impacto directo del aire acondicionado, y algunas infecciones respiratorias y alergias causadas por la difusión de virus, bacterias y elementos volátiles como polvo.

La Organización Mundial de la Salud advierte también que la falta de ventilación provoca el “síndrome del edificio enfermo”, lo que estimula el mayor uso de aires acondicionados y genera mayores problemas de salud al inhalar las sustancias que emanan estos artefactos, especialmente, los que están centralizados.

El mal mantenimiento de los aires acondicionados hace que se mezclen los elementos que existen en las diversas plantas de los edificios –como productos químicos de limpieza, sudor, polvo y pinturas, entre otros— fomentando la combinación de partículas en el medio ambiente que son dañinas para la salud.

Los efectos en la salud suelen ser jaquecas, sinusitis, resfriados inexplicables, tos, fatiga, decaimiento o irritación de ojos, piel y nariz. Además, a la persona suele darle una sensación de pesadez una vez que abandona el lugar que tiene estas características negativas.

Para prevenir estas molestias es recomendable limpiar los filtros de los aires acondicionados cada dos semanas con agua fría o aspirándolos, pero nunca utilizar agua caliente porque podrían deformarse. Es importante tener cuidado con los productos que se utilizan para la limpieza, porque podrían ser contraproducentes para la salud de los usuarios.

También es necesario controlar el nivel de humedad relativa entre el 40% y 60%, ya que por debajo de esta tasa se producen taponamientos y garganta reseca, y si es por encima de estos parámetros, podría generar molestias como la sensación de sudor.